En la vorágine del día a día laboral, las emociones aparecen aunque no queramos: enojo, frustración, alegría, ansiedad, miedo, entusiasmo… Todas son válidas, todas dicen algo. Lo importante no es evitarlas, sino aprender a reconocerlas, aceptarlas y gestionarlas de manera consciente.
Acompañanos a reflexionar sobre la importancia de la inteligencia emocional en el trabajo, cómo nos afecta y qué herramientas concretas podemos usar para gestionarla.
✨ ¿Qué es gestionar las emociones y por qué importa?
Gestionar las emociones no significa reprimirlas ni fingir que no existen. Se trata de:
✔ Identificarlas
✔ Comprender por qué aparecen
✔ Decidir cómo expresarlas de manera saludable
Esto impacta directamente en:
✅ Nuestra productividad
✅ Las relaciones laborales
✅ El clima del equipo
✅ Nuestro propio bienestar físico y mental
💡 “Gestionar emociones no es un lujo, es una necesidad para cualquier profesional que quiera crecer de manera sostenible.”
🧠 Primer paso: identificar lo que sentimos
Parece simple, pero muchas veces vivimos en piloto automático. Preguntate:
- ¿Qué estoy sintiendo ahora? ¿Es enojo, ansiedad, miedo, cansancio?
- ¿Qué lo desencadenó? ¿Un comentario, una situación, algo que recordé?
Nombrar la emoción (“me siento frustrado porque no logré lo que esperaba”) es clave para empezar a gestionarla.
🌬️ Pausa y respiración consciente
Antes de responder un mail con enojo o contestar en una reunión, tomate unos segundos para respirar profundo.
La respiración consciente ayuda a:
✅ Bajar la intensidad emocional
✅ Clarificar pensamientos
✅ Evitar reacciones impulsivas
Un ejercicio simple: inhalá contando hasta 4, retené el aire 2 segundos y exhalá contando hasta 6. Repetilo 3 veces.
🌿 “La pausa es un pequeño acto que cambia grandes resultados.”
🔍 Separar hechos de interpretaciones
Muchas veces lo que más nos enoja o preocupa no es el hecho en sí, sino la interpretación que hacemos:
- Hecho: “No recibí respuesta a mi propuesta.”
- Interpretación: “No valoran mi trabajo, seguro no les interesa.”
Revisar estas ideas nos permite responder con más objetividad.
🤝 Hablar, pedir ayuda o feedback
Las emociones también se gestionan compartiéndolas. Podés:
✔ Consultar con un compañero de confianza
✔ Pedir una reunión con tu líder para aclarar dudas
✔ Pedir feedback constructivo
La comunicación clara evita malentendidos y libera tensión.
🧩 Autocuidado fuera del trabajo
Somos personas antes que trabajadores. Factores como dormir bien, alimentarse saludablemente, hacer ejercicio y tener momentos de ocio influyen directamente en cómo vivimos las emociones laborales.
Un cuerpo y mente descansados regulan mejor la ansiedad, el enojo o el estrés.
📈 Entrená tu inteligencia emocional
Podés desarrollar habilidades como:
- Autoconciencia: detectar cómo y por qué sentís algo
- Autorregulación: elegir cómo responder
- Empatía: comprender las emociones de los demás
- Habilidades sociales: comunicarte mejor
Con práctica diaria, estas competencias fortalecen la relación con vos mismo y con el equipo.
💡 Tips prácticos para aplicar desde hoy
✅ Empezá el día con una breve meditación o respiración
✅ Mantené un registro emocional (anotá qué sentiste, cuándo y por qué)
✅ Reconocé tus logros, por pequeños que sean
✅ Evitá responder en caliente; si es posible, esperá unos minutos
✅ Buscá actividades que te relajen fuera del horario laboral
✏ “Gestionar tus emociones es una inversión diaria que mejora tu presente y construye tu futuro.”
La inteligencia emocional no es algo que tengas o no tengas, es una habilidad que podés entrenar cada día. En RHE Talentos creemos que las empresas más sanas y productivas son aquellas donde se fomenta un espacio seguro para hablar de emociones y aprender a gestionarlas.
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